Chaneh

Última modificación por Roberto Peredo el 2019/07/29 10:44

Otros nombres: Mazahuah, Tepehuah, Tepeyoloh.

Cul. Lit. «Dueño de los animales». «El habitante. El dueño de la casa», fue hallado en la cumbre del volcán San Martín Pajapan en donde se le rendía culto. Tiene la cabeza ornada con una máscara del Dios del Maíz. Cultura olmeca (Museo de Antropología de Xalapa).

Este «Dueño de los Animales» (Encanto o Chaneh) –también llamado «dueño de los venados» (mazahuah), «dueño del cerro» (tepehuah) o «corazón del cerro» (tepeyoloh)- habita en un palacio que se encuentra exactamente abajo del volcán San Martín Tuztla, tiene apariencia de jaguar –o se sienta en un trono de jaguar- y para comunicarse con sus subalternos, los chaneques, utiliza una especie de teléfono o caja de resonancia. En la sierra norte de Puebla (Knab, 1991) se llama Yolcatagat, «hombre de los animales», pues los cuida en varios «corrales» y sólo los deja salir para ayudar o castigar a la gente: a él hay que recurrir cuando se daña el nahual, y con los curanderos es el más amable de los Señores. En el sur de Veracruz se asocia a los volcanes San Martín Tuztla y San Martín Pajapan, pues San Martín (de Tours o Caballero) es un guerrero y es también el guardián de los venados. Hay quien propone que la pirámide principal, irregular, del sitio olmeca La Venta es en realidad una maqueta de la montaña de San Martín Pajapan.
Debido a esto, castiga a los tiradores que lastiman a los animales y a los que utilizan la carne para dársela a alguna amante. Los cazadores transgresores son conducidos a una prisión en donde son amarrados y sufren latigazos que son propinados por iguanas que pasan corriendo junto a ellos golpeándolos con sus colas espinosas. El lugar geográfico exacto de esta prisión es en el interior de un gran peñasco que, cerca de la punta de San Juan Volador, golpeado por el mar, tiene forma de campana y, recubierto del guano de las aves marinas, es conocido como «Terrón Cagao». Asimismo, abajo del cerro San Martín Pajapan hay una llanura en donde pasta un ganado que los chanecos quitaron a San Antonio del Monte. Todos estos informes detallados del mundo subterráneo se deben a personas que han entrado allá por una u otra causa. En cada cerro hay un «misterio» o un habitante, por ejemplo, en Los Tuztlas, abajo del cerro del Vigía, cercano a Santiago, habita una vieja del amanecer del mundo (Icyapalamahtzin), y por eso al cerro del Vigía se le conoce todavía como el «Cerro de la Vieja»: Ilamahtepet. Otros sitios tienen sus «dueños» y «guardianes» específicos, como una salina de San Andrés Tuztla en donde habita un «viejo de la sal» (Iztahuehueh), que la custodia; o un estero cerca de Tlacotalpan, morada del «viejo de los camarones» (Chacalhuehueh) a quien había que propiciar, según las Mercedes de tierras del siglo XVI, con ofrendas para obtener buena pesca.
Otros «dueños» son inmensas culebras que habitan debajo de los pueblos, como la «culebra de viento» en San pedro Soteapan, llamada sawatsañ en popoluca de la Sierra, o el «viejo culebra» (cohuahuehueh) que es tan largo que la cabeza está en Cosoleacaque (Cuezalyagac) y la cola en San Isidro Zaragoza (Xomoapan).

Colaboración especial de Antonio García de León.

ver: Veracruz (estado).
Diccionario Enciclopédico Veracruzano / R. Peredo / IIESES / UV