Malpica, Citlaly

Última modificación por Roberto Peredo el 2021/03/12 19:12

Bio. Citlaly Malpica. Versadora, bailadora, escritora y decimista. Nació en Juan Rodríguez Clara, el 2 de diciembre 1991. Murió el 10 de marzo de 2021. Se inició en la música con el grupo infantil Son de Piña, con los maestros Sael Bernal y Zenen Zeferino. Colaboró con los grupos (entre otros) Los Vega, Caña Dulce y Caña Brava. Participó como versadora y conferencista en documentales y festivales sobre la palabra en la música tradicional, entre ellos, "A voz en cuello", de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas en noviembre de 2019. 

Para una antología breve

LOS BESOS QUE NO TE DI

Y me crucé entre tus piernas
como una extensión del mar,
el agua empezó a sudar
y la mortal se hizo eterna,
fui el eco de una caverna,
fui hasta el cielo y me caí.
Tu fuiste un sueño y yo fui
una pobre enamorada
que ha regalado a la almohada
los besos que no te di.
Abrazo el cristal, las penas,
escritas en un papel,
tengo escamas en la piel,
tengo gritos en las venas,
tengo palabras obcenas,
tengo insomnios, tengo un sí,
lo que encontré lo perdí,
tengo una jaula, un ave,
y guardados bajo llave
los besos que no te di.
Que clase de ojos los tuyos
de flores en campo abierto,
de barcas llegando a puerto.
Que sutiles, que murmullo,
que clase de ojos, que arrullo,
que gentileza; te escribí
desde que me amanecí,
desde que el sol en la aurora
se disfraza a cada hora
con besos que no te di.
Un ensayo sobre el miedo:
miedo a la creatividad,
miedo a la felicidad;
el miedo se vuelve credo
al nudo, al desenredo,
a decir no y después si,
reaprender lo que aprendí,
amar mas allá de todo
y confesar de algún modo
que hay besos que no te di.
Que mereces ser feliz
en toda forma y manera
y que un día, si usted quisiera
le compartiría el país
de mis letras, mi raíz,
el calor de una pared;
¿que no haría yo por usted?
¿que no bajaría del cielo?
¿que no arrancaría del suelo
para quitarle la sed?
No tengo, no espero nada;
ni discipulos ni dios.
Aquí estoy, ésta es mi voz
y éste es un bosque sin nada,
alta marea iluminada,
se que sabes, alhelí,
lluvia, flor de ajonjolí.
Déjame pues, que anochezca
y que a la noche le ofrezca
los besos que no te di.
Cuento del abecedario
las letras que ya no uso,
las que padezco en desuso
y las que olvido del diario,
ya no hay color secundario
que reconozca, y aquí,
en el bar donde te vi
por primera vez cantando
te continuan esperando
los besos que no te di.