Voladores de Papantla (danza)
Otros nombres: Ajxijoj Kiktzoykib´ Pwi´che, o Danza del Mono (maya quiché); Bixom T´iiw, o Danza de los Gavilanes (Teenek); Ceremonia Ritual de Voladores; Comelagatoazte o Danza al Dios del Cacao (pipil); Cuauhpatlanque o Los que vuelan con la ayuda de un mástil (náhuatl); Danza de los Voladores; Danza del Palo Volador; Danza de las Águilas o Gavilanes; Danza del Sol; Danza de la Fertilidad; Danza del Mono; Danza del Volador, Danza al Dios del Cacao; Kogsni o Volador (totonaca); Palo volador, Ratakxöni o Los que vuelan (ñañhú); Rito Ceremonial de los Voladores; Voladores.
Cul. Danza ritual dedicada al sol y originaria de la cultura totonaca de Tajín, aunque hay quien opina que fue tomada de los toltecas. Aparece en Tajín, hacia los siglos V o VI d.C. Consta de dos partes: corte del árbol y danza. Primero los ejecutantes eligen un árbol (puede ser: Casearia icosandra, Carpodiptera ameliae, Gyrocarpus americanus, Aspidosperma megalocarpon, Zuelania guidonia, etc.) con cierta dureza, altura, resistencia y derechura. Se le reza antes de cortarlo para pedirle perdón al Dios del monte Quihuicolo. Al 4º día se corta con 12 hachazos no sin antes hacer una ceremonia hacia los 4 puntos cardinales, aludiendo al sol, a la tierra, al agua y al fuego. Cortado el árbol, los danzantes van al lugar de la danza, acompañados de rezos. El caporal toca una flauta con un tamborcito. En el lugar del levantamiento se cava un hoyo de 2 metros de profundidad donde se ponen un guajolote, 4 huevos, aguardiente, flores e incienso. El grupo baila hasta que se entierra el palo. Para iniciar la danza se convoca al Dios del viento. Los 5 ejecutantes suben al palo por un bejuco enredado en el mismo que forma escalones de aprox. 45 cm. En la parte superior 4 danzantes se sientan en el tecomate mostrando una insignia del punto cardinal respectivo. El quinto, caporal o jefe volador, solicita ayuda al este y luego baila sobre la punta del palo en dirección a los 4 puntos cardinales, y hacia el sol. Al terminar se sienta y deja de tocar. Ordena el descenso. Los danzantes se lanzan al vacío, de espaldas, atados de la cintura por cuerdas que les deben permitir dar trece vueltas antes de llegar al piso. 13 por cuatro son 52, número mágico que representa el ciclo totonaca de llegada del nuevo sol o renovación del fuego. En la actualidad es usual dar 12 vueltas. Para algunos la danza encierra un simbolismo de águilas y pájaros, que representan el espíritu de los muertos y el sacrificio de las víctimas. Se dice que los elegidos de los dioses venían a diario, al mediodía, convertidos en pájaros o mariposas a libar el néctar de las flores y/o que los voladores simbolizan a la mañana y a las estrellas que son sacrificadas en la tierra por los rayos del sol. En una versión el caporal representa al dios Chichini, y los cuatro voladores a sus mensajeros que traen presentes a la tierra. Desde 2009 pertenece a la lista de bienes patrimoniales de la humanidad.
Zona: Totonacapan.
Imagen: R. Peredo (DEV).
ver: Veracruz (estado).
Diccionario Enciclopédico Veracruzano / Roberto Peredo / UV