danza de los negros
Otros nombres: danza de los negritos.
Cul. Danza ritual totonaca, propiciatoria de la fertilidad, asociada al culto del dios Atziní, dios del rayo y del trueno. Se acostumbra también cuando hay sequía y puede provocar el torbellino y el huracán. Se dice que se originó en antiguos rituales más un accidente: un negro, de los venidos como esclavos durante la colonia, sufrió la picadura de una serpiente, por lo que sus compañeros llevaron a cabo una ceremonia compuesta de 24 sones (ver: El Encuentro), misma que aprendieron, a su manera, los lugareños. Se dice lo mismo del hijo de una esclava negra. Indumentaria: sobre la ropa de uso normal de manta blanca, zapatos, calzonera y sombrero negros. La calzonera abierta en los extremos se dice que indica el calzón roto de los esclavos; cruzadas negras en pecho y espalda (calzonera y cruzadas adornadas con flores bordadas con chaquira y lentejuelas que semejan el mundo circundante); sombrero con espejos que indican agua; el sombrero lleva garzotas que representan la flor de la caña; las plumas el nido de la víbora o a Quetzaltcóatl; los flecos amarillos, los rayos del sol. De las crucetas se dice que a un caporal que no respetaba las normas se le apareció una víbora que lo enredó en esa forma. los sones que se ejecutan son, entre otros: de la calle; del perdón; de la estrella xachastutati; xalatiyat; de la bamba sola; de la maroma; del trapiche; de la huazanga; de la víbora; de la matanza de la víbora. En la última parte de la danza el caporal es picado, enferma, reparte la herencia, muere y resucita. Antiguamente largos diálogos acompañaban esta parte del rito. Los danzantes son considerados intermediarios-sacerdotes-entre los humanos y los dioses (dueños de las cosas), y se rigen por principios muy estrictos. Cuando un grupo comienza ejecuta una danza llamada de la promesa, por la cual los danzantes se comprometen a bailar por lo menos 4 años consecutivos; se busca una madrina, curandera, para que los limpie de los malos aires y se apartan de amigos, novia, esposa y de los malos pensamientos. (Acosta B.). Otra de las versiones sobre el origen de esta danza dice que a mediados del siglo XVI, cuando la ciudad de Papantla era encomienda de Andrés de Tapia, una de sus esclavas negras (ya que éste tenía esclavos totonacas y negros africanos) salió un día hacia el monte con su hijo. El niño fue mordido por una víbora. Ella tomó al animal y realizó ceremonias para sanar al pequeño con gritos, bailes, gestos y cantos. Los totonacas habrían obtenido de ahí el material para esta danza de espíritu juguetón. Los cantos antiguos se reemplazaron por el violín y la guitarra. Actualmente el elenco se compone de 12 danzantes: caporal, maringuilla o novia, subcaporal, bufón, o pilatos y ayudantes. El vestido consta de: pantalón negro de pana con bordados de colores, dos paños, igualmente coloridos, en forma de triángulo atados a la cintura y dos más, llamados pectorales, atados sobre el pecho. Sombrero forrado de negro, con un ala levantada y pegada a la copa y cubierto con papel de china encarrujado para simular el cabello de los negros. En la representación de la muerte de la víbora el caporal usa máscara negra y la maringuilla, que es representada por un hombre, viste de novia totonaca con una atado en el que lleva al animal. Actualmente se acostumbra escenificarla especialmente en la Feria de Corpus Christi, en Papantla (García S.). Zona: Acayucan, entre otras.
ver: Veracruz (estado).
Diccionario Enciclopédico Veracruzano / Roberto Peredo / UV